viernes, 16 de abril de 2010


Una ruana es un poncho hecho de lana de oveja, que mucha gente lleva en Boyacá. Se necesitan dos fardos de lana y 100.000 pesos para que te fabriquen una. Son hermosas. Cuando uno las pone, pesan demasiado, pican demasiado. Y son caras si uno no tiene ovejas de donde sacar la lana. A veces las costumbres de un lugar sólo tienen sentido en ese lugar. Y usarlas como turista les quita todo el encanto. Eso sí, cuando uno va que no puede más y ve a los pastores en la Sierra del Cocuy subiendo loma a 4000 metros, bajo la lluvia y el frio, como si nada, dan ganas de comprarse la dichosa ruana... como si ahí estuviese la diferencia.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Caño Cristales es, posiblemente, el río más bonito del mundo. Hace 8 años oí hablar de él por primera vez a mi amigo Santiago Correa, mientras trabajábamos en Tenerife: un río prohibido, en la zona más "caliente" de Colombia, en pleno frente de combate con la guerrilla. Santiago me dijo: "ahí, no puedes ir". Ese fue el comienzo de un sueño, el de llevar estos ojos a la orilla de tanta belleza. Sin palabras, y sin respiración.

martes, 10 de noviembre de 2009

Laura me contó una vez, que a los extranjeros se nos distingue porque llevamos siempre un morral enorme, usamos bicicleta, y tenemos un jugo exótico favorito. A mí me enamoró el lulo, pero he tenido muchos amores frutales en este año escaso: guanábana, pitaya, tomate de árbol, borojó... la lista no para de crecer. Colombia es exotismo, color, dulzura y amargura; descubrimiento, ofrenda de cosas hermosas paridas por la tierra.

lunes, 9 de noviembre de 2009


A las 4 de la mañana me desveló la brisa en el Cabo de la Vela, y salí de la choza para encontrarme una playa tan desierta, como llena estaba la luna. Desnudo paseé por la orilla y después, me senté a contemplar una barca. Al rato apareció mi madre, inquieta porque al despertar no me encontró a su lado. Ella vino del otro lado del mar a comprobar si su hijo era feliz en Colombia. Me miró con ojos que decían cuánto me quería y añoraba, y comprendió. Sonriendo, se volvió a la choza. Esa noche lloré de felicidad, y de distancia.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Para ir a Río Claro sólo hacen falta 3 horas en bus desde Medellín, un fin de semana sin puente, y una linterna. Es curioso... lo difícil que nos resulta excusarnos de nuestra rutina para acercarnos a la belleza que nos rodea. En la cueva de los Guácharos, unos pájaros chillones y noctámbulos, uno se siente en el centro de la tierra más bonito imaginable. Las paredes son de mármol blanco, y el agua labra muescas, piscinas, toboganes en la oscuridad. Hacía tiempo que no me sentía tan pirata en la cueva del tesoro, tan aventurero abriendo camino por la selva, tan dichoso y tan niño.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Tres colores: rojo,azul,amarillo. Dos de ellos, también los de mi tierra. Del color del cielo, una anécdota: apoyados en un balcón viendo a unos pájaros comer, Sandra me contaba..."mi mamá les da banano a los azulejos"... eran mis primeras semanas en Colombia, y cada día algo distinto me asombraba de esta gente tan "echada pa´lante". Aplicar plátano a las paredes del baño, supuse para abrillantarlas, superaba a todo lo oído hasta la fecha... ese día, entre risas, aprendí que algunos azulejos vuelan. Fascinante la riqueza que nos regala la diversidad, cuánta hermosura y alegría nace de nuestras diferencias.